Preguntas frecuentes sobre la hipnosis
Ahora vamos a comentar las cuestiones que, más habitualmente, la gente suele plantear sobre la hipnosis:
1) Si una persona no lo desea, ¿Se le puede hipnotizar?
Es imposible. Si esa persona no quiere, no colabora o se resiste, ningún hipnotizador del mundo podría inducirle un “trance”.
2) Cuando se está hipnotizado, ¿se pierde la conciencia?
En absoluto. Se trata de un estado relajante y agradable, pero en ningún momento se pierde la conciencia o se queda uno dormido. Tú, aunque estés hipnotizado/a, vas a estar escuchando todo el tiempo. Incluso podrías hablar si fuera necesario.
3) Cuando se está en trance, ¿se pierde el control y se está a merced del hipnotizador?
A nadie, aunque esté hipnotizado/a, se le puede obligar a que diga o haga nada que, en su estado normal de vigilia, no quisiera hacer o decir.
4) ¿Es peligrosa la hipnosis?
La hipnosis no puede perjudicar a nadie ni física ni psíquicamente. Tampoco tiene efectos secundarios indeseables de ninguna clase. Todo lo que cabe esperar de la hipnosis es bueno y positivo.
5) ¿Qué pasaría si, una vez hipnotizada la persona, el hipnotizador se ausenta por cualquier razón?
Esa persona volvería, por sí sola, en pocos minutos, a su estado de vigilia normal sintiéndose muy descansada y relajada, como si hubiera dormido unas cuantas horas.
6) ¿Qué condiciones hay que tener para ser hipnotizados?
Casi cualquier persona puede ser hipnotizada sin dificultad. Para conseguir el trance hipnótico sólo hace falta ser una persona de inteligencia normal, que tenga cierta capacidad de imaginación/visualización y que sea capaz de seguir las “sugestiones” del terapeuta.
No sería conveniente utilizar la hipnosis en personas psicóticas (cualquier tipo de demencia) y tampoco en personas epilépticas.